Dígame...
Presidente, soy el Juntaletras.
¡Qué hay, Juntaletras! Esperaba su llamada.
¿Y eso?
Porque ayer vi en la entrebestia a Pedro Sánchez que hoy me tocaba a mí.
¿Empezamos, pues?
Venga.
¿Cómo lo ve?
Bien, tranquilo.
Parece que vuelve usted a ganar.
Eso parece, sí.
Pero también parece que todo va a quedar en el aire como la vez anterior.
También.
¿No le preocupa?
¿A mí? Yo sigo como presidente, no lo olvide. Puedo continuar así diez años más, si los españoles quieren.
No sé si es eso lo que quieren los españoles.
Pues que voten otra cosa, qué quiere que le diga.
En todo caso sí podría suceder que Podemos y PSOE sumaran una mayoría para echarle.
¿Sí? ¿Usted cree que eso es posible?
Aritméticamente sí. Ya que se pongan de acuerdo es otra cosa.
Bueno, pues cuando se hayan puesto de acuerdo me vuelve usted a llamar y lo comentamos.
¿Qué pasará si vuelve a pasar lo de estos últimos seis meses?
Que empezarán a llamarlo ‘el día de la marmota’.
Aparte.
Pues ya veremos, Juntaletras, ya veremos.
Podría ser más concreto.
Podría, sí, pero no quiero.
¿Nuevas elecciones?
Por mí... Ya le he dicho que yo así puedo estar años y años.
¿No temen todos que la gente en España empiece a cortarse las venas de forma masiva?
Qué exagerado es usted, Juntaletras. Y si así fuera, menos paro que habría.
Joder, qué bestia, presidente.
Usted me halaga, Juntaletras.
¿Y un gobierno con independientes?
¿Más independientes que yo?
No dependiente de partidos políticos, me refiero.
¿Como quién?
No sé... Alguien que tenga las simpatías de la mayoría. Rafa Nadal o Pau Gasol, por ejemplo.
Esos no son políticos.
De eso se trata.
No entiendo.
Dejémoslo. Solo nos quedaría entonces que ustedes se lo jugaran a los chinos o al piedra, papel o tijera.
Prefiero otras elecciones.
Ya. En todo caso he de felicitarle, presidente.
¿Por?
Porque su táctica de ponerse ahí como las vacas que pastan viendo pasar el cadáver de sus enemigos funciona cojonudamente bien.
Gracias, Juntaletras. Han sido años de no preparación.
¿No preparación?
Claro. Si para hacer cosas se necesita preparación, para no hacer nada necesita uno no prepararse con mucho esfuerzo.
¿Mucho esfuerzo no hacer nada?
Efectivamente.
Quien le entienda que le compre, presidente.
Igualmente.
Que vaya bien, señor Rajoy.
Adiós, Juntaletras.
Una cosilla... Usted... ¿no me pide el voto como los otros tres?
¿Si se lo pido me va a votar?
No.
Pues tontería sería gastar energía y saliva inútilmente, ¿no?
Me empieza a gustar su filosofía de vida.
Y me acabarás votando.
No flipe.
Lo harás.
Venga, hasta luego.
Muy adiós, mucho adiós.
Y ahí sigue.
