'Coitus interruptus'. Pero... ¡cómo! ¿Qué quiere decir que ya se ha acabado? Pero si esto dura la mitad que un Mundial de Fútbol y hay 5.000.000 de cosas más. Es una injusticia, la verdad, ahora que a los deportistas españoles les había dado por ganar medallas deprisa y, nunca mejor dicho, corriendo. Eso debe ser lo de la conspiración judeomasónica o algo así, ya veréis. Pero sobre todo es una injusticia porque yo estaba comenzando a pillarle el gustillo. Ahora que empezaba a entender de gimnasia artística y pentatlón moderno, van y me lo cortan todo. Un coitus interruptus en toda regla. O eso creo, que ya hace tanto que no tengo la oportunidad de sufrir uno que ya ni me acuerdo.
Genética. De los últimos días me han llamado la atención cosas como la lucha grecorromana, que cuesta entender cómo a alguien le puede llegar la vocación para practicarla. Y los clásicos, siempre los clásicos. Hay cosas que, no sé cómo explicarlo, los humanos llevamos en los genes. Por ejemplo: por muchas miles de veces que veamos a un tipo tropezar y darse de morros contra el suelo, siempre nos hará gracia. Después nos preocuparemos un montón, llamaremos a una ambulancia y haremos lo que tengamos que hacer, pero, de entrada, nos descojonamos. Pues con la marcha atlética pasa lo mismo: por muchas veces que hayas visto a esa gente andando raro, sigue haciendo gracia igual cuando te lo encuentras de sopetón en la pantalla. No sé, que alguien haga un estudio o algo. Lo haría yo, pero es que esto de hacer las cosas por la patilla se está convirtiendo en una fea costumbre y en algún momento hay que decir basta.
Ictus. Estoy indignado con la falta de humanidad de una especialidad en concreto: la natación sincronizada. Vale que sea un deporte durísimo y sacrificado, que lo es como pocos, pero, coño, encima de que están ahí las pobres realizando un esfuerzo sobrehumano no las obligues a que además sonrían, hombre. Porque si los tiros van por la estética, que se revisen el asunto porque la mayoría parece que le haya dado un ictus en vez de estar sonriendo y no sé si causa demasiada buena impresión. Estéticamente hablando, claro. Lo dicho: inhumano total. Por cierto... ¿No es un poco sexista este deporte?; ¿para cuándo machotes de pelo en pecho con sus caras de ictus y sus piernas igualmente peludas elevadas al cielo? ¡Nosotros parimos, nosotros decidimos!
Rollo patatero. Si en la apertura los british se decantaron por un vídeoclip psicodélico, en la clausura optaron por un musical. Igualmente psicodélico, efectivamente. No querría parecer desagradable pero fue larguísimo, pesadísimo y, por momentos, insufrible. La selección de los artistas fue más que discutible –Spice Girls, Pet Shop Boys, George Michael (su segundo tema –¡cantó dos!– es de las canciones más horrorosísimas que he escuchado jamás, y eso es mucho decir), unos niñatos que era para darles una colleja y mandarles para la cama porque no eran horas...–. Y cuando el artista no era discutible lo era el tema que habían elegido –con todo el respeto que le tengo a Lennon, estoy empezando a estar hasta las narices de que utilicen el Imagine para todo–. Y cuando el artista y la canción eran las adecuadas, la versión era horrorosa. En fin... Fuera complejos, digámoslo ya: no hubo nada nunca antes ni a vuelto a haber nunca nada después mínimamente comparable al sarao que montaron los Manolos en Montjuïc. Hala, ya lo he soltado. Y que los Who, o lo que queda de ellos, me perdonen, pero si hubiesen arrasado con el escenario al terminar como era su obligación ahora estaríamos hablando de otra cosa. Porque será que no había escenario que arrasar ni ná.
Sistema métrico. Una reflexión para finalizar estos Juegos: deben haber sido un horror para los británicos. Sí, sí, ya...: han ganado un montón de medallas y se lo han pasado de puta madre, pero se han tenido que chupar el sistema métrico decimal hasta en la sopa. A ellos en realidad les hubiera gustado que se hubiesen disputado las 3 yardas lisas, los 3.413 pies vallas, o los 70.000.000.000.000 de pulgadas, que vendría a ser algo así como la maratón. Pues se quedan con las ganas, por tozudos. Y para celebrar que esto se ha acabado, me voy a tomar una pinta de cerveza. Ay, no, perdón: 556 mllitros de cerveza.
Ah... Y viva Rusia, la, sin discusión, gran triunfadora de los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Y a buen entendedor...
