Hola, soy un juntaletras, ¿puedo hacerle unas preguntas?
No sé, no sé... Tiene usted pinta de rojo.

Pero si no me ha visto en su vida y le estoy llamando por teléfono...
Se le nota en la voz. Tiene voz de rojo.

¿Y qué voz tienen los rojos, si puede saberse?
Pues como la suya, más o menos.

Vale. ¿Pero le puedo preguntar o no le puedo preguntar?
Mmm... Bueno, va, que ahora tengo 23 minutos y medio entre tertulia y tertulia.

Ésa iba a ser precisamente mi primera pregunta: ¿cómo puede usted dirigir un periódico si está todo el día de plato en plató y de estudio en estudio?
Pues haciendo una cosa que ustedes los rojos no entienden: trabajando.

Sólo trabajan los de derechas, claro.
De extremo centro, si no le importa. Trabajar de verdad sí; los rojos hacen ver que trabajan.

Un minero de izquierdas trabaja menos que usted, dice.
Si las minas las excaváramos los de extremo centro hace tiempo que no quedarían minerales en el planeta.

Pues nada, anímense, agarren un pico y una pala, y a ello.
Quite, quite... Nosotros nos dedicamos a las cosas importantes y serias de la vida.

¿La Razón es una cosa seria?
La Razón es el único periódico serio de España.

Después de El Jueves y Mongolia, se refiere.
Eso no son periódicos.

¿La Razón sí? Yo creía que era una revista de humor como las anteriores, disculpe la confusión.
Nada, nada... Es usted rojo y tampoco esperaba que fuera usted un dechado de inteligencia.

Yo no soy rojo ni azul ni amarillo ni violeta: yo sólo junto letras.
Claro, rojo, claro...

Le llamaba básicamente porque hay una característica de usted que me admira.
¿Sólo una? Los extremocentristas somos prácticamente perfectos, pero es que además yo soy un prodigio intelectual. Debería usted admirar de mí mucho más que una sola característica.

¿Ha terminado?
Efectivamente, rojo.

Yo no puedo estar de acuerdo en absolutamente todo ni con mi familia, ni con mis amigos, ni con nadie. La cuestión es: ¿cómo consigue usted estar de acuerdo en absolutamente todo con el PP?
Pues porque, como son extremocentristas como yo, todo lo hacen extraordinariamente bien.

¿Cuando se contradicen o cuando mienten también?
¿Ve como es usted un rojo?

Oiga, que, aparte de haber sido pillados en mentiras flagrantes, lo reconocen ellos mismos. ¿Recuerda aquello de “No he cumplido lo que prometí, pero he cumplido con mi deber”?
Pero un rojo muy rojo, ¿eh?

No me ha contestado.
¿A qué?

A cómo es posible que sea incapaz de criticar al PP ni una sola vez.
¿Y los ERES de Andalucía?

Oiga, no me desvíe el tema.
¡Uuuuuy, pero qué rojo!

Demuéstreme que me equivoco y haga una sola crítica a algo del PP.
Fácil: el ambientador en los lavabos de Génova 13 no es excelente, la verdad.

Está usted allí mucho, veo.
Cuando no estoy en ninguna tertulia. El periódico lo dirijo desde allí, de hecho.

Me parece muy bien, pero le he pedido una crítica, no una chuminada.
¿Le parece poco? Ustedes, los rojos, si no reconozco que Rajoy mató a Manolete no estarán contentos, ¿no?

Le he pedido una crítica, no me dramatice, si puede ser.
Pero, ¿por qué les voy a criticar si rozan la perfección?

¿En serio me dice que Rajoy es perfecto?
He dicho rozando la perfección. Perfectos perfectos sólo somos Aznar, el generalísimo –ambas personas cabales de extremo centro– y yo.

Que no me va a usted a criticar nada, vamos.
¿A usted? Claro, rojo; ¿por dónde quiere que empiece?

Al PP...
He sido muy duro con lo del ambientador; ¿qué más quiere, rojo?

Va, dejémoslo. Una última cosa.
¿Ya se acaba? Ésta es la peor entrevista roja que me han hecho nunca, se lo aseguro.

Gracias. Mi última cuestión es: Cataluña.
¡Me c&%” en tu p!^& m&¨*+ y en la p!^& m&¨*+ de...!

Hala, cómo se ha puesto... Irreproducible, lo siento. Es que las entrebestias son en horario infantil y según qué está prohibido.