Da...

¿Sr. Putin?
Da.

Soy un juntaletras que quería hacerle unas preguntas, no sé si me entiende.
Ispaniya?

Bueno, ya no sé si esto es España o el coño de la Bernarda, pero sí, en teoría le llamo desde España.
Yo hablo mucho bien español, tovarishch.

Qué bien, me ahorra usted el traductor. ¿Cómo es eso?
Tengo muchos amigas en Marbella.

¿Muchos amigos o muchas amigas?
Muchas amigos.

Vale. Empezamos, si le parece. Quieren proponerle para el Nóbel de la Paz, no sé si se ha enterado.
Da. Muy merecido, si se me permite decirlo.

Se le permite, claro. No queda muy humilde, pero se le permite, por supuesto. Es por lo de Siria, supongo.
Da. Y porque siempre he sido muy jipi y pacífico.

Pues no parece que tenga usted mucha paz en el país, si me permite usted a mí.
No, yo a usted no permito.

Yo sigo preguntando, ya me colgará usted cuando quiera. Hábleme de los disturbios en Moscú.
Desafortunado incidente.

Se les acusa de tener más mano dura con los inmigrantes habitantes del barrio que con los que asaltaron el barrio.
Hemos a muchos detenido.

Bueno, a cuatro y acusados de gamberrismo como si hubieran hecho una pintada en una pared.
No sé qué más quieren.

Sin embargo hicieron una redada y se llevaron a más de mil inmigrantes...
Medida... Espere, que busco en el Google Translate... (...) Medida condón.

Presumo que quiere decir ‘medida profiláctica’.
Efectivamente, medida protifálica.

Suena fatal, ya se lo digo.
Y yo preocupado mucho estoy, ya ve.

¿Y lo de los activistas de Greenpeace detenidos?
Piratas.

Hombre, señor Putin, piratas piratas...
Piratas. Uno hasta llevaba un parche en ojo y un loro en hombre.

Hombro.
Eso: hombro.

¿Les pondrán finalmente una fianza para que puedan salir?
Lo haremos, lo haremos... Pero otra día, que sufran un poco, je je...

Sentido del humor ruso, supongo.
Da. Mundialmente famoso, yo lo sé.

Para finalizar, me gustaría hablar de su homofobia.
¿Homo qué?

Su odio hacia los homosexuales.
¿Odio? Yo no odio.

Mire que le estoy diciendo odio y no oído.
Ah, entonces sí, yo odio.

¿Pero qué le han hecho, hombre de dios?
Yo no tengo nada contra ellos, pero no los quiero a menos de mil kilómetros de la frontera con Rusia.

¿Por qué?
Porque son gente mala que corrompen a los niños, roban a viejecitas indefensas, mean en calle, fornican en parques, escupen en suelo, hacen ritos satánicos, escuchan música rock, se drogan, no tiran los papeles a la papelera, cruzan la calle con el semáforo en rojo, y, lo peor de todo, no beben vodka.

¿De dónde saca usted todo eso?
Me lo dijo Adela.

Humor ruso.
Humor ruso, da. ¿Por qué no tú ríes?

Porque espero que en Rusia haya gente con más gracia, sinceramente.
Tú impertinente.

No se lo discuto. Lo dejaremos aquí. Spasiva por la entrebestia, presidente.
De nada. ¿Tú vas por Marbella?

Más bien no.
Lástimo.

Hasta luego, señor Putin.
Da.

Qué señor más raro, en serio.