Ave María Purísima...

¿Ministro?
Se dice ‘Sin pecado concebida’.

Sí, es usted. ¿Cómo va?
¿Quién es?

El Juntaletras; hablamos el año pasado (leer).
Ah, sí, el rojo judeomasón anarquista perroflauta.

El mismo. ¿Contesta usted siempre así al teléfono?
¿Le ve algo de raro?

Hombre, la gente suele decir ‘¿Sí?’, o ‘¿Diga?’ o cosas así.
Pues yo digo ‘Ave María Purísima’. ¿Algún problema?

En absoluto. Si le parece yo empiezo a preguntar.
¿Preguntar qué?

Preguntas, obviamente.
Qué pesados, en serio.

No haberse hecho ministro, qué quiere que le diga.
Va, empiece, que no tengo todo el día.

Finalmente se ha aprobado su ley...
Ha sido un proceso arduo y complicado de negociación y recontranegociación, pero al final se ha logrado, sí.

Pero qué dice... Si tienen ustedes mayoría absoluta y no ha pactado nada con nadie.
¡Anda que no! Usted no sabe lo duras que fueron las negociaciones con la Conferencia Episcopal.

¿Duras? ¿Qué más pedían?
Que para asistir a clase los niños tuvieran que estar bautizados y que, con más de ocho años, ya hubieran hecho la primera comunión; que se interrumpieran las clases al mediodía para rezar el Ángelus; que se rezara el Rosario todos los días; que se separara a niñas y niños; que en la clase de Religión los niños estuvieran de rodillas; que los niños musulmanes fueran desinfectados antes de entrar a clase; que los niños ateos fueran lobotomizados; que...

Vale, vale... Es normal que usted se negara.
No, yo no me negué; estoy absolutamente de acuerdo en todo. Fue Mariano el que no me dejó poner todas esas cosas en la ley. Es un blando y, entre nosotros, para mí que es algo rojo.

¿Rajoy rojo? Como juego de palabras no está mal, pero no me joda, oiga.
Lo que yo le diga, joven.

Ya hay comunidades, con Cataluña a la cabeza, que han dicho que no van a aplicar la ley.
Lo harán.

¿Y cómo va a obligarles?; ¿va a mandar los tanques a las escuelas o algo?
(...)

¡¿Va a mandar al Ejército?!
Ya lo tenemos todo hablado con el ministro de Defensa. Tocan a tres soldados por cada alumno, y además los soldados llevan armas y los alumnos no, así que ellos verán.

Madre mía... Sigue pensando en españolizar a los niños catalanes, supongo.
En Cataluña tocan a cinco soldados por alumno. Para que vea: luego se quejarán de que les damos menos que a los demás.

Nadie, ni padres ni alumnos ni profesores ni personal de limpieza ni nadie, apoya su ley, ministro.
La apoya el Ejército, así que ya ve qué preocupado estoy.

Es consciente de que, se aplique o no, su ley durará lo que ustedes en el Gobierno, ¿no?
Ya, pero, ¿y lo bien que me lo estoy pasando?

Le felicito.
Gracias; soy un cachondo mental, ya lo sé.

Para acabar me gustaría comentarle un par de cosas que no son de su jurisdicción.
Ya que estamos, qué más da.

Sentencia de Estrasburgo, manifestación de víctimas, abucheos a miembros de su partido...
Con Franco no pasaban estas cosas, es todo lo que tengo que decir.

Precisamente de Franco quería hablarle también: el PSOE quiere que se lo lleven del Valle de los Caídos.
¡¿Cómo?! ¡Por encima de mi cadáver!

No, por encima del cadáver de Franco.
¡Enviaré al Ejército!

Oiga, que es usted ministro de Educación, no de Defensa.
Pero me llevo muy bien con él.

Bueno, pues nada, lo dejamos ya.
Pues hasta la próxima pues, rojo.

Espero que no haga nada que me obligue a llamarle, la verdad.
Pues no me faltan ideas. ¿Usted ha oído hablar de la experimentación científica con niños rojos judeomasones?

Jodeeer... Quédese quieto y parado, háganos el favor.
Antes muerto.

No dé ideas, ministro, no dé ideas... Hasta luego...
Ave María Purísima.