ENTREBESTIA CON...

 

Jaume Matas

 

 

 

11/12/2013

Sa casa meva; qui parla?

¿Señor Matas?
Depende...

O es usted o no es usted.
Depende de quien sea usted.

Yo un juntaletras. ¿Usted?
Yo un señor que pasaba por aquí.

Ahora le he reconocido la voz, señor Matas.
Mecachis...

Qué... Cómo lo lleva...
Fantástico.

¿Fantástico? Se supone que en unos días va a entrar en la cárcel.
O no.

O sí.
O no.

En todo caso, ¿no está ni un poquito preocupado?
Ni un poquito.

Si yo estuviera condenado lo estaría.
Pero usted es un don nadie y no tiene los contactos en el Gobierno que yo tengo.

Que confía a ciegas en el indulto, dice.
A ciegas.

Nos vamos a cabrear mucho todos si eso sucede, se lo advierto.
Huuuy, qué miedo, que los parias se van a enfadar con nosotros. Pues ya ve, qué novedad.

¿Y si –sólo es un suponer– el Gobierno tienen un ataque de vergüenza y le deniegan el indulto?
¿Usted se oye?

Ya, es altamente improbable que gente que no tiene vergüenza de repente le aparezca, pero todo puede pasar.
También podría pasar que dentro de diez segundos el sol se helara pero no va a suceder.

(...)
¿No hay más preguntas?

Sí, sí; es que estaba esperando que pasaran los diez segundos por si acaso. ¿Por qué cree que se merece el indulto?
Porque soy una buena persona que un día cometió un pequeñísimo error.

Como mucha gente que está en la cárcel, oiga.
Ya, pero ellos no son amiguetes del presi.

Además, lo del pequeñísimo error, teniendo en cuenta que le quedan tropecientos casos pendientes, es mucho minimizar, ¿no?
Bueno, cometí tropecientos pequeñísimos errores, pero son pequeñísimos.

Pero son tropecientos.
Pero pequeñísimos.

Eso lo dirán los jueces.
Que digan lo que quieran; después me van a indultar, así que...

Explíqueme eso de su esposa.
El qué.

Que usted presionó a un hotel para que la contrataran por un pastón y después ella ni aparecía.
Todo lo que ha dicho son inexactitudes.

Pues acláremelo.
Para comenzar, yo no presioné a nadie, sólo sondeé el ambiente.

¿Cómo se hace eso?
No sé... Cosillas...

También puede ser más específico, si quiere.
Pues, por ejemplo, un día sondeé el ambiente con un par de matones que le rompieron los pulgares al director del hotel; más tarde sondeé el ambiente metiéndole una cabeza de caballo ensangrentada en la cama; después le...

Vale, vale, capto la idea. ¿He de llamarle Don o algo?
Don Jaume Matas, sí.

Me refería a si he de llamarle Padrino o algo así.
Si le hace ilusión...

¿Alguna aclaración más con respecto a lo de su señora?
Que no es cierto que no fuera nunca a trabajar.

¿Seguro?
Segurísimo. Un día fue.

¿Un día sólo?
Sí: para dar el número de cuenta para que le ingresaran la nómina.

Bueno, pues nada, señor Matas: cuidado en las duchas.
¿Por qué? Tengo una ducha con hidromasaje y aromaterapia que, además, es antideslizante.

Las duchas de la cárcel, me refería.
Qué ingenuo... Aún piensa que voy a entrar, ¿verdad?

Hombre, sería lo suyo teniendo en cuenta que es un delincuente.
¡Oiga!

No se enfade, que no lo digo yo, que lo ha dicho un juez.
(...)

¿Señor Matas?
(...)

Vaya, me ha colgado. Qué susceptibles son los delincuentes de hoy en día, ¿no?

LeandroAguirre©2013

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