¿Chef?
Quién es...

Un juntaletras.
Mmm... Juntaletras... Concepto interesante... ¿Cómo lo hace exactamente?

Pues primero pongo una letra, después otra, y así.
¡Extraordinario!

No crea.
¿Y en qué se basa para poner una letra u otra?

En que, una vez puestas, las palabras que formen estén recogidas en el diccionario de la RAE. Bueno, o al menos la mayoría de ellas.
¡Fantástico! Y entonces, ¿por qué...

Perdone que le interrumpa, maestro, pero he llamado para preguntar yo, no para que me pregunte usted a mí.
Ay, sí, perdone. Es que su concepto me ha parecido taaan revolucionario. Me parece que voy a comprar una montaña en los Pirineos para crear un taller. ‘Juntaingredientes’, se va a llamar.

Por eso le llamaba: está usted de un creativo que es difícil seguirle la pista.
Es lo que tenemos los genios. Un día estoy tranquilamente viendo el fútbol y, ¡eureka!: se me ocurre una cosa que hacer. Me sale solo.

Tenemos por ejemplo la Bullipedia.
Ahí estarán todos mi conocimientos culinarios. Por ejemplo: usted pondrá “huevos”, y le saldrán 5.654.783 maneras diferentes de preparar unos huevos.

No sé si las podré probar todas.
Yo he podido.

Ya. También tiene en marcha una exposición en EEUU.
Es sobre la evolución de la humanidad y la historia gastronómica.

Vaya. ¿Y eso también se le ocurrió a usted solito?
Sí, viendo el fútbol también.

Me extraña porque la exposición va a Nueva York y Los Ángeles, lo que es normal, pero después va a Cleveland y Minneapolis.
Cleveland y Minneapolis son dos grandes centros gastronómicos.

No me joda, maestro.
Bueno, sí, son los que pagaban más; ¿pasa algo?

Nada, nada... También tiene usted un montón de convenios con un montón de empresas.
Grandes centros gastronómicos también.

Mensaje captado. Pero su proyecto estrella es el nuevo Bulli en el Cap de Creus.
La hostia, va a ser.

No lo dudo, pero hay polémica porque quiere construir 5.000 m2 en un espacio protegido como parque natural.
Pero será una construcción eficiente y ecológica.

¿Más ecológica que el propio parque natural?
Mucho más. ¿Ha visto usted algún parque natural que produzca efluvios de castañas caramelizadas con ambrosía de lima a las finas hierbas de Provenza?

Jamás, para qué le voy a engañar.
Pues eso.

Sigue siendo una construcción de 5.000 metros en un parque natural.
Y a mí qué me explica, oiga. Yo pedí permiso, me lo dieron y ya está. Además podrán comer diez personas gratis por sorteo; ¿qué más quieren?

Diez cenas para usted es como una pelotilla de la nariz para mí.
Sí, sí, pero usted no las sortea y regala, ¿verdad?

En fin... ¿Próximos proyectos?
Pues, por ejemplo, tenemos en marcha la idea de un parque de atracciones gastronómico en algún centro gastronómico mundial como Las Vegas o Atlantic City. En lugar de chiringuitos de hot-dogs o helados habrán chiringuitos de espumas de sabores o de nitrógeno líquido con tropezones de espumas de sabores.

Apasionante.
Sí. Y ayer, viendo el fútbol, vi claro que el próximo proyecto va a ser abrir un Bulli en Marte.

¿No sería mejor empezar por la Luna?
Eso está muy cerca. Nosotros vamos más allá.

Se le ocurren muchas cosas viendo el fútbol, ¿no?
Muchas.

¿Alguna explicación?
Los genios tenemos mecanismos mentales diferentes.

Vale. Pues hasta otra, chef.
¿Le interesa participar en el proyecto ‘Juntaingredientes’?

Me interesa cualquier cosa que conlleve cobrar un sueldo, pero no acabo de verlo, la verdad.
Eso es porque no es usted un genio.

Indudablemente.
Estaremos en contacto.

Adiós.
¡Otra idea! ¡Cazas de combate repartiendo espumas de sabores por todos los rincones del mundo!

Hasta lueeego...
¡Y una reproducción a tamaño real del Bulli hecha con espumas de sabores en algún centro de la gastronomía mundial como los Emiratos Árabes! ¡Y una...

Le he tenido que colgar o esto no se acababa nunca.