Ave María Purísima...

¿Ministro?
Uno de ellos, sí.

Soy el Juntaletras.
Tch... Ya sabía yo que me iba a llamar.

¿Le molesta?
Digamos que no me entusiasma.

A mí tampoco me entusiasma llamarle a usted, ya que nos ponemos sinceros.
Pues no lo haga.

Es mi obligación.
¿Quién le obliga?

Mi profesionalidad y mi...
¡Ja ja ja!

Oiga...
Perdone, Juntaletras, perdone... Mi profesionalidad, dice. Qué cachondo...

Yo pregunto, ¿eh?
Pregunte, hombre, pregunte, que me ha alegrado usted el día.

Vuelve a tener a la comunidad educativa en contra.
(...)

¿Ministro?
Qué.

¿No dice nada?
No me ha preguntado usted nada.

En fin... ¿Qué piensa usted de que las universidades se estén negando a aplicar su reforma de las carreras?
Que se nieguen lo que quieran. La aplicarán y punto.

Muchas ya han dicho que no lo van a hacer.
Lo harán.

¿Y cómo piensa obligarlos?; ¿va a enviar a la Guardia Civil o algo?
No, pero como se pongan muy tercos privatizo las universidades y santas pascuas.

Está usted de broma, supongo.
(...)

Miniiistro...
Si no pregunta usted, no puedo responderle.

La madre que me parió... ¿Está usted de broma, ministro?
¿Tengo pinta de bromista o algo?

Tiene pinta de cualquier cosa menos de bromista, la verdad.
Pues eso.

Le acusan de favorecer a las empresas que ofrecen másters.
Qué tontería... Si por algo se caracteriza este Gobierno es por la defensa de lo público.

Ahora sí me está vacilando, ¿verdad?
Je je... Ahora un poco, sí; je je...

Cambiemos de tercio. ¿Va a ir este año a los Goya?
Por supuesto.

No tan por supuesto: el año pasado no fue.
Obligaciones ineludibles.

Ya. En todo caso no parece que este año la cosa esté especialmente belicosa.
(...)

Jodeeer... ¿Espera un mal recibimiento en los Goya, ministro?
¿Por qué? Ha sido el mejor año del cine español.

Ha sido el mejor año para dos películas.
¿Y? Igual se piensa que antes de mí las películas españolas recaudaban trillones y trillones.

Eso es verdad, las cosas como son.
¿Ve?

Ahora tampoco le había preguntado nada.
Pero ahora me convenía decir algo.

Una última cosa. Es que he descubierto algo que me ha dado un poco de miedo: resulta que en el teclado del ordenador van juntas las siguientes letras: W-E-R-T.
Es que el teclado de la máquina de escribir lo inventó mi bisabuelo. Es la firma.

Me vacila otra vez...
(...)

Me vacila otra vez, ¿verdad?
Je je... Un poco.

Venga, hasta la próxima ley, ministro.
No sé yo si va a haber otra ley.

Pues hasta cuando sea. Hasta luego.
Adiós, Juntaletras.

Es verídico: en el teclado se lee WERT. Él no le ha dado importancia, pero a mí me acojona, en serio.