EL OLMAILOVIN

NOMBRE COMÚN: Olmailovin.

NOMBRE CIENTÍFICO: Que si nos quería tanto por pensar en él, que si estaba taaan emocionado, que al final no ha sido capaz de decírnoslo de pura emoción.

CARACTERÍSTICAS: El Olmailovin, cuyo nombre viene de la traducción castiza de ‘All my loving’, es un espécimen que se caracteriza principalmente por ir por la vida repartiendo amor y concordia a diestro y siniestro. En principio debería ser una de las especies menos dañinas y más apreciadas por las otras especies, pero su buenismo continuado suele levantar las sospechas del resto de humanos, que, por su propia naturaleza, no entienden del todo ni acaban de creerse ese derroche de estima. Y es que los excesos no suelen ser buenos, aunque sean de amor.
El Olmailovin sonríe a los pájaros, abraza a los desconocidos, acaricia a las ratas de cloaca que se va encontrando por ahí o consuela a los que ve con mala cara en el metro, por poner algunos ejemplos. ¿Cuál, pues, es el problema? Pues que no a todo el mundo le gusta que le vayan abrazando o que un desconocido atente contra su intimidad sonriendo indiscriminadamente a un par de palmos de distancia. ¿Injusto? Teniendo en cuenta la cantidad de especies nocivas, por no decir cabronas, que corren por el planeta probablemente sí, pero en realidad el Olmailovin no es la especie con más psicología del mundo, porque cuando alguien necesita estar solo o recibir una, metafórica o literal, buena hostia, tanto amor puede llegar a ser contraproducente y molesto, algo que un Olmailovin no comprenderá jamás.

TIPOS: Según nuestro potentísimo ordenador, son dos: el Apiñón y el Selectivo. El Apiñón, como su nombre indica, va repartiendo su amor a piñón e indiscrminadamente, lo que es un peligro porque no discierne. O sea: el Apiñón se encontraría por la calle a Luca Brassi o al Increíble Hulk en pleno cabreo e iría a darles un abrazo. El Selectivo, como su nombre indica también, es más selectivo y reparte su amor entre los que él cree que lo necesitan verdaderamente. Eso no quiere decir que se encuentre al Increíble Hulk en pleno cabreo y considere que necesite un abrazo, pero al menos hace el intento de discriminar.

HÁBITAT: Le da igual porque, obviamente, sea cual sea el hábitat, tiene todo su amor. En ciertos casos puede resultar hasta desagradable, porque ver a un Olmailovin repartiendo su amor entre los habitantes de una ciénaga tiene su qué.

ALIMENTACIÓN: Hay veces que lloran de puro amor al tener que comerse un solomillo, unas gambas o unas pobres angulitas. Pero, sí; mucho amor mucho amor, pero los jodíos se lo comen.

APAREAMIENTO: Con tanto amor por repartir pueden parecer ideales, pero, como ya hemos apuntado, los excesos no son buenos y se puede llegar a tener ganas de estrangularlos en lugar de procrear con ellos. Y es que cuando un Olmailovin se enamora es el acabose de los acaboses y hay que salir huyendo si se aprecia en algo la propia vida. ¿Dos Olmailovins juntos? Dios nos libre.

COMPATIBILIDADES: Especialmente compatibles con especies como los Estoytristeysolo o los, como siempre, Queinteresantemepareces. Hay más especies que, a pesar de todo, toleran al Olmailovin, pero no nos queda espacio. Ya, es una excusa patillera, pero es que decir que no nos apetece queda muy poco profesional.

INCOMPATIBILIDADES: Con especies obvias: los Nimehables, los Noteacerques, los Tuquemiras... Todas los de ese tipo. Algunas otras, pero tampoco nos queda espacio.

CONCLUSIÓN: Hasta un cierto punto, entrañables; rebasado ese punto, mejor guardar distancias.

LeandroAguirre@2013 (revisión 02/12/2014)

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