ANÍBAL

NOMBRE: Aníbal Barca.

ÉPOCA: Una en la que los cartaginenses tenían un imperio y no estaban sometidos por los murcianos. (…) Ay, no, que ésos son los cartageneros. No he dicho nada.

CURRÍCULUM: Aníbal fue un general cartaginés y, probablemente, el mejor estratega militar que ha parido madre. Dicho de otro modo, si Aníbal hubiese tenido a su disposición el potencial militar del inútil de Hitler, ahora todos hablaríamos cartaginés, o lo que fuera que hablaran en la antigua Cartago. El tipo se ve que era un genio que descolocaba totalmente a sus enemigos sorprendiéndoles con las más variopintas estrategias. La más famosa, indudablemente, aquélla en la que, ni corto ni perezoso, agarró unos cuantos hombres y unos cuantos elefantes y, desde Hispania, cruzando Pirineos y Alpes, se dispuso a conquistar Roma. Un campeón. El caso es que conquistó el norte de la Península Itálica aunque finalmente no llegó nunca a Roma, unos dicen que porque con los cuatro gatos y cuatro elefantes que llevaba no le daba para tanto, y otros que porque, como era así de chulo, no le daba la gana.
En fin… Que ahí se quedó una temporadita hasta que le llamaron desde Cartago porque se ve que allí la cosa estaba chunguilla. Y fue precisamente allí donde aconteció su gran derrota contra Escipión, un histórico general romano. Un histórico general romano que, digámoslo todo, tenía a su cargo un ejército de la hostia, nada comparable a los cuatro elefantes de Aníbal.
A partir de ahí la existencia de Aníbal fue dando bandazos con el viento hasta que, cosas que pasan, fue proclamado 'soberano', hecho que le costó la vida. Y es que hay veces que es mejor quedarse en general, incluso en soldado raso, que recibir ciertos honores que carga el diablo.

MOMENTAZOS:
–Traicionado.
Tras la derrota contra Escipión, Aníbal intentó primero sin mucho éxito iniciar una carrera política, y después se exilió ofreciendo sus servicios militares a quien los pudiera necesitar, fuera Siria o Bitinia, que con ese nombre no podía durar mucho como país. Fue finalmente proclamado 'soberano helenístico', cargo que le duró poco porque los romanos, siempre tan quisquillosos, no lo veían del todo bien. Fuel el rey Prusias I de Bitinia el que traicionó a Aníbal, más que nada porque hasta en Bitinia tenían claro que llamándose Bitinia no tenían nada que hacer contra Roma y su monstruoso ejército. Traidor, sí, pero prudente como pocos el tal Prusias.
–Archienemigo. Cualquier gran personaje necesita un gran archienemigo, y el archienemigo de Aníbal fue Escipión. Lo curioso del tema es que es más que probable que ambos murieran el mismo año. Y es que la historia ya las tiene, estas casualidades. Pero bueno, eran contemporáneos, tampoco es tan excepcional. Lo excepcional hubiera sido que Napoleón y Kennedy hubieran muerto el mismo año, no esto.
–Honor. Como casi todos los grandes, Aníbal tuvo una muerte épica y dramática, pues al saber que el rey Prusias le había entregado a los romanos, decidió suicidarse ingeriendo veneno. Que, por cierto, ésa es una práctica que los reyes y gobernantes actuales tienen lamentablemente en desuso, y es una lástima, verdaderamente. Muy poco honor, es lo que hay.

EPÍLOGO: Siempre quedarán sus enseñanzas que aún hoy en día se enseñan en las escuelas militares. Vamos, que Aníbal pilla a Franco y le da de collejas por militar y estratégicamente inepto desde el Sáhara hasta Finisterre.

LeandroAguirre©2013 (revisión 30/07/2014)

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