JOHN FITZGERALD KENNEDY

NOMBRE: John Fitzgerlad Kennedy.

ÉPOCA: Una en la que había que ir mirando hacia el cielo no fuera caso que te cayera un misil en la cabeza.

CURRÍCULUM: Uno de los presidentes yanquis más famosos, indudablemente. Además, como pasa con todos los que mueren jóvenes, convertido en mito gracias a su asesinato en Dallas. Qué se puede decir de Kennedy… Joven, guapo, con carisma, con pasta… Daba un poco de rabia, sí. Pero la cuestión es que Kennedy se metió a los americanos —y sobre todo a las americanas— en el bolsillo y fue elegido presidente gracias al primer debate televisivo de la historia, en el que Nixon apareció nervioso y sudoroso y Kennedy, pues eso: joven, guapo, con carisma, con pasta… Mucha rabia, repito.
La presidencia de Kennedy fue breve pero intensa: movidas con los soviéticos, movidas en Vietnam y Asia en general, movida en Cuba y Latinoamérica casi en pleno… Que aburrirse, lo que técnicamente se conoce como aburrirse, Kennedy no se aburría mucho, la verdad. También pasó a la historia como un presidente abierto y liberal, pero eso hay que ponerlo en contexto ya que, efectivamente, fue un presidente abierto y liberal comparándolo con los presidentes republicanos que por EEUU corren, pero, colocándolo en la visión europea del asunto, Kennedy era un señor de derechas puro y duro, que nadie se engañe. Igual de derechas que cualquier presidente demócrata de EUA, pero claro, los contrastas con los republicanos y parecen jipis, pero nada más lejos de la realidad porque en ese país sólo votan a la derecha o, en su defecto, a la extrema derecha. Porque si gente como Bush, su puto padre o Reagan no son extrema derecha, ya me explicará alguien lo que es.

MOMENTAZOS:
–Dallas.
Con todo el respeto, el momentazo definitivo de la vida de Kennedy fue el día de su muerte en Dallas. No hace falta explicarlo con demasiados detalles, ¿no? Claro que, para momentazo, el informe de la Comisión Warren, que concluía que Kennedy había muerto a causa de una bala, la famosa 'bala mágica', que, tras traspasar a Kennedy por detrás, se dio una vuelta por Pernambuco y Leningrado para acabar reventándole la cabeza al presidente por delante, tras herir incluso a otra persona. Quizás pensaréis que lo razonable es concluir que hubo más de un disparo y más de un tirador, pero estáis totalmente equivocados: si la Comisión Warren dice que hubo bala mágica y que la CIA no tuvo nada que ver, es que hubo bala mágica, hombre. Que todo lo tenéis que poner en duda, gente incrédula.
–Jacky. La primera Primera Dama americana que ejerció de estrella mediática. Jackeline se mostraba en público, Jackeline concedía entrevistas, Jackeline dictaba modas… Casi tan famosa como su marido. Hay que decir que, tras el asesinato de Kennedy, del que ella fue testigo directa, Jackeline quedó muy afectada pero no se volvió idiota, como lo demuestra el hecho de que posteriormente se casara con el mítico multimillonario Onassis y no con John el barrendero o alguien así. La vida ha de continuar, está claro, y si puede continuar en yates y mansiones de la hostia, pues muchísimo mejor, no hay duda.
–'Happy birthday, dear president…'. Aunque el gran logro de Kennedy no fue ni llegar a la presidencia ni ser un presidente tan chachipiruli. El gran logro de Kennedy fue, como en su momento Julio César con Cleopatra, beneficiarse a Marilyn Monroe —aparte de a muchas otras—, lo que hace que la rabia que produce este personaje se multiplique por mil. La pobre Marilyn, ya sabéis, no tuvo un final mucho más feliz que el de su amante. Y tampoco mucho más claro, porque en el supuesto suicidio de Marilyn hay teorías que apuntan, cómo no, a la CIA. Qué asquito esta gente de la CIA, ¿verdad?
–Tú eres de Massachusetts. Como se ha avanzado antes, los conflictos internacionales con los que tuvo que lidiar Kennedy no fueron pocos, lo que es una sorprendente sorpresa viniendo de un país pacífico y tranquilo como los EEUU, ¿verdad? Todo ello iba a converger en la Guerra Fría contra la URSS, que era el meollo de la cuestión. Es decir: el problema no eran Cuba ni Fidel, era lo amiguito que era Fidel de los soviéticos. Muy emotivo y conocido en este contexto el discurso de Kennedy en Berlín y su mítica frase: "Ich bin ein berliner" ("Yo soy un berlinés"). Pero oye, no: eres, por muy JFK que seas, de la jodida Massachusetts, amigo, no de Berlín. Ya te gustaría.

EPÍLOGO: No hay como morir joven, preferiblemente asesinado, para pasar a la historia por la puerta grande, está claro. Si Kennedy, Bolívar, el Ché y algunos otros se hubiera muerto de viejitos en la cama habría que ver cómo se hablaría ahora de ellos.

LeandroAguirre©2013 (revisión 18/02/2015)

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