MALCOLM X

NOMBRE: Malcolm Little, Malcolm X.

ÉPOCA: Una en la que ni pareciéndote a Denzel Washington conseguías que se te tratara como una persona si eras negro.

CURRÍCULUM: Malcolm X fue, junto al reverendo Martin Luther King, el gran líder del activismo por el derecho de los afroamericanos estadounidenses de mediados del siglo pasado. Pero, aunque luchaban por lo mismo, en muchos aspectos eran totalmente opuestos: mientras King propugnaba la no violencia y el buenrollismo, X no era tan pacífico y defendía la violencia como una de las formas para lograr objetivos; mientras King era un pastor baptista, X se convirtió al islamismo; y mientras King fue asesinado... X también, aquí no hay diferencias. Ah, y los dos eran negros. Lo especifico por si alguien no lo tenía claro.
A Malcolm X le entró el gusanillo activista estando en la cárcel, donde no se hallaba, como cabría suponer, por haber sido detenido en alguna manifestación o algo así, sino por sus relaciones con el mundo mafioso en Nueva York y Boston. Allí se hizo miembro de la Nación del Islam y, tras ser liberado, empezó todo su periplo público. Él fue la cara visible de la organización durante un montón de años hasta que su mala relación con el jefe de la misma, Elijah Muhammad, hizo que la abandonara.
A partir de ahí, Malcolm X peregrinó a La Meca, se convirtió al sunismo, viajaba dando conferencias por todo el mundo, fundaba asociaciones y tenía hijos uno detrás de otro hasta que lo asesinaron un buen día en Nueva York. Concretamente de dieciséis disparos de recortada que hicieron entre dos tipos. Lo concreto porque hay gente muy morbosa por ahí a la que le interesan todos estos detalles. ¿Yo? Yo no, líbreme Dios. Para nada. Jamás. Con lo bueno que soy, por favor. Por cierto... Sangró mucho, sí. Para los morbosos lo vuelvo a decir.

MOMENTAZOS:
–Despejando la X.
¿Por qué —os preguntaréis angustiados— Malcolm X se hacía llamar Malcolm X y no Malcolm Little, que era su verdadero nombre? Pues yo también me lo preguntaba angustiado, así que me he informado sobre ello: resulta que se puso lo de la X en honor a los esclavos de apellido desconocido de los que él descendía. Y ya está, no tiene más misterio. Lo siento por quien esperara una ecuación de segundo grado o algo así, pero de ahí sale.
–Satán. Como he dicho, en prisión Malcolm X se unió a la Nación del Islam, lo que no tendría más de sí si no fuera porque el cambio fue de un radical tremendo. Para que os hagáis una idea, en los primeros tiempos en la cárcel a Malcolm X los demás presos le apodaban ‘Satán’. Pero no por lo malo que era, sino precisamente por la aversión que sentía hacia cualquier tipo de religión. ¿Cómo una persona así pasa en poco tiempo a peregrinar a La Meca y a convertirse en sunita? Yo qué sé... Si lo supiera escribiría libros sobre psicología aplicada y no perdería mi tiempo juntando letras de esta manera miserable, evidentemente.
–Conspiración. A Malcolm X lo mataron, como era de esperar. Digo que era de esperar porque si se acabaron cargando después también a Luther King, que era un tipo que hablaba de paz, amor y esas cosas, ¿no se iban a cargar a Malcolm X? Como siempre, diversas teorías. Una, que fueron los propios Musulmanes Negros los que, dada la relevancia que estaba cogiendo su figura, se lo pulieron. Dos, que fueron las mafias de la droga por los discursos antiídem que Malcolm X se marcaba. Y tercera, obviamente, una en la que están involucrados la CIA y el FBI, que si no meten sus zarpas en las cosas no están contentos. Que cada uno elija la que más le guste, pero, personalmente, para mí una conspiración en la que no aparecen ni la CIA ni el FBI es menos conspiración, qué queréis que os diga.

EPÍLOGO: Cómo se parece Denzel Washington a este hombre, ¿verdad?

LeandroAguirre©2014 (revisión 07/10/2015)

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