ISABEL DE BAVIERA

NOMBRE: Isabel de Baviera, 'Sissi'.

ÉPOCA: Una de mucho glamur en la que la gente bailaba valses y no el reguetón. Qué tiempos...

CURRÍCULUM: Curioso el caso de Isabel de Baviera, más conocida como ‘Sissi’, que pasó a la posteridad sin necesidad de conquistar ni de matar a medio mundo, que es por lo que la gente suele pasar a la historia como vamos viendo por aquí. Se ha de decir también que Hollywood hizo mucho para que eso sucediera, porque sin las películas sobre Sissi y sin, sobre todo, Romy Schneider, dudo mucho que yo le estuviera ahora dedicando un capítulo de la Infrahistoria, y menos el primero en la web.
En fin... ¿Qué hizo Sissi? Pues casarse con el emperador austrohúngaro y convertirse en emperatriz consorte de Austria y reina consorte de Hungría, Bohemia, Croacia, Eslavonia, Dalmacia, Lodomeria, Iliria y... Galicia. Sí, Galicia. Lo que pasa es que Isabel no fue una reina, y mucho menos una emperatriz, al uso. Se ve que el protocolo de palacio y las obligaciones que la corte comportaban no era lo que más le entusiasmaba del mundo, así que la vida de Sissi era, dentro de las convenciones de la época, tirando a anárquica. Además, era una mujer culta que hablaba varios idiomas y que, como es comprensible, quería más a los animales que a las personas, por lo que su adaptación a la corte y a su papel de reina florero no fue fácil
Como se puede imaginar, la actitud de Sissi no era muy bien vista entre ciertos sectores de la corte, y en especial por el sector suegril. Porque, efectivamente, Sissi tenía por suegra al prototipo de suegra, pero es que además... ¡también era su tía!; con lo que allí se acumularon una cantidad de rencillas, agravios y contraagravios que sólo podían acabar malamente. Y malamente acabaron, porque tras morir una de las hijas de Sissi durante un viaje al que su tía-suegra se oponía totalmente, a Isabel le quitaron la custodia de sus otros hijos y a partir de ahí su vida fue un vagar entre la depresión y las excentricidades. Y sólo faltaba una cosa para que Isabel de Baviera pasara a la historia definitivamente: que muriera joven y, a poder ser, trágicamente. Y eso es lo que sucedió, pero no seais impacientes que os lo explico en un momento.

MOMENTAZOS:
–¡Ron, ron, ron, la botella de ron!
Se ha de decir también que, rigidez de la corte y esas cosas al margen, Sissi también tenía sus manías más o menos comprensibles. Estaba, por ejemplo, obsesionada con su forma física y se daba paseos de... ¡ocho horas al día! Eso no es un paseo, oiga, es un trabajo. Sus damas de compañía acababan literalmente reventadas, pobres. Además sólo comía pescado hervido, fruta y jugo de carne exprimida, que ya me dirás la guarrada. También, a lo Long John Silver, se hizo tatuar un ancla en el hombro por su amor al mar, y se explica que durante las travesías se hacía atar al palo mayor durante las tormentas. Las personas más interesantes no son precisamente las más centradas, está claro.
–Estilete. Y ahora sí, la muerte de Sissi. Resulta que había un señor italiano que quería matar a un pretendiente al trono francés en Suiza, que parece un chiste de los de “Van un francés, un inglés y un español...” pero no, es real. Lo que sucedió es que el pretendiente en cuestión anuló su viaje y el señor italiano, suponemos que para no haber hecho el suyo en balde, decidió matar a Sissi, que sólo pasaba por allí. La cosa fue de la siguiente manera: el tipo italiano hizo ver que tropezaba y le clavó un estilete en el corazón a Isabel de Baviera. Pero Sissi no cayó allí inerte, sino que ni se enteró de que la acababan de apuñalar y embarcó en el barco que tenía previsto. Allí Sissi empezó a, obviamente, encontrarse mal y, a pesar de que la embarcación volvió a tierra enseguida, Isabel de Baviera murió en el lago Leman. Una lástima, sí, porque vete a saber las excentricidades que hubiera desarrollado Sissi si le hubieran dado veinte, treinta o cuarenta años más de vida.

EPÍLOGO: A contracorriente.

LeandroAguirre©2013 (revisión 21/01/2015)

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