NO SIN MI PAPEL

Juro que, cada vez que me siento frente al ordenador, me propongo firmemente hacer algo que no esté relacionado con el jodido coronavirus, pero es muy difícil, en serio. Incluso el Tonto’lculo de la Semana acaba tratando sobre gente que ha hecho tontoculeces por saltarse el confinamiento, y mira que hay gente que realiza sus tontoculeces por los más variopintos motivos, pero ni así.
A mí me sigue sorprendiendo lo del papel higiénico, qué queréis que os diga. Y además es un curioso fenómeno universal, porque parece que en EUA está pasando lo mismo. En una situación así, mi abuela habría acumulado arroz, garbanzos, conservas y cosas así. Hay otra gente, en cambio, a quien sus mecanismos mentales les lleva a acumular papal de water como si el susodicho fuese un animal en peligro de extinción.
A ver… Si la asociación mundial de fabricantes de papel higiénico hubiese advertido de que las existencias son limitadas y que son incapaces de seguir fabricándolo, lo entendería, pero, que yo sepa, no es el caso. Así pues, ¿por qué? Pues no sé… ¿Por un trauma infantil de una vez que tuvieron que cagar en el bosque y se tuvieron que limpiar con ortigas? Porque os prometo que muchas más cosas no se me ocurren.
Personalmente, y mientras tenga agua corriente y jabón, preferiría quedarme sin papel higiénico que sin otras cosas, la verdad. Y permitidme una pequeña pero profundísima reflexión filosófica para finalizar: si el papel de water actual fuese como el mítico Elefante, ya te digo yo que no acumularían tanto. He dicho.

LeandroAguirre©2020

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