GOTA 21/10/2016

Éste es el anuncio:

 

Vamos a ver... Lo primero, muy mal la mamá de la criatura por quedarse sin jabón. Una falta de previsión grave, sin duda. Es algo que no me ha pasado nunca ni a mí, con eso lo digo to’.
Segundamente, el vecino, que suponemos que es más previsor que su vecina y que sí tiene más Fairy, es un tipo agarrado por dar esa cantidad ínfima de detergente. Llena al menos una taza de café o algo, hombre, tío miserable. Porque además, cualquiera sabe que para que esa cantidad de jabón que hay en el fondo del bote llegue a la salida necesita como mínimo estar unos dos meses —mes arriba mes abajo— boca abajo porque de otra manera no hay tu tía.
Tercero: ¿de verdad que en esa casaza no tienen máquina lavavajillas para tener que ir lavando los platos a mano? ¿Yo aquí traumatizado cada vez que tengo que limpiar un tenedor y esa gente lava a mano por gusto? Dios le da pan a quien no tiene dientes, no hay duda.
Pero sobre todo y más importante: ¿en qué país de qué planeta los preadolescentes limpian los platos, y menos con esa alegría y esa iniciativa propia? Porque no en este país de este planeta. Quizás los haya que lo hagan —puede ser, alguno habrá, porque si te obligan te obligan—, pero como mínimo lo harán cagándose en todos los muertos, como es normal y como es su obligación. Lo contrario es absolutamente antinatural y más que suficiente para llevar al crío a un psicólogo o a un chamán o a un exorcista. Como poco.
“Mamá, nos hemos quedado sin lavavajillas; voy a pedirle un poco al vecino”, dice el anormal. Habrase visto...

LeandroAguirre©2016

TODOS LOS SPOTS

 

SECCIONES ACTIVAS

SECCIONES FINALIZADAS

OTROS