Es una lástima esta norma que tenemos de no entregarle el Tonto’lculo a gente que acaba falleciendo porque hoy teníamos dos candidatos muy claros. El primero es —era— un ladrón de Florida que, para escapar de la policía, no se le ocurrió otra cosa que esconderse en un pantano... lleno de cocodrilos. ¿Vosotros lo habéis vuelto a ver?; ¿no? Pues la policía de Florida sí, pero solo algunos cachitos.
El segundo es un yihadista del EI que, manipulando un lanzacohetes, se hace estallar a sí mismo. En fin, qué decir... Que se joda. Sabemos que no es un comentario muy profesional y que está muy feo mentar a los muertos, pero que se joda.
Así que finalmente el Tonto’lculo de la Semana se lo va a llevar el protagonista de este vídeo:

A ver... No le damos el premio por el accidente. Ni por repetirlo dos veces siquiera. Le damos el galardón por sobrado. O sea: vale, el primer conductor es, como conductor, un inútil, pero nos podemos imaginar la conversación en el interior del vehículo. Sería algo así: “Aparta, atontao, déjame a mí, que tú no tienes puta idea”. Y, claro, si después te subes al coche y aparcas como una persona normal, pues no pasa nada, pero si agarras el volante y haces lo que haces, te llevas el Tonto’lculo de la Semana sin discusión.
Bueno, te llevas el Tonto’lculo sin discusión si los otros candidatos fallecen, digámoslo todo, que aquí no queremos engañar a nadie. Casi nunca.