No es la primera vez que pasa y, suponemos, no será la última, pero aun así no deja de sorprender. En la Argentina, una familia que regresaba de vacaciones se paró en un peaje para ir al lavabo y esas cosas y, al reanudar la marcha, se dejaron olvidada a su hija de once años.
Y a nosotros lo que más nos sorprende no es el hecho en sí, que puede suceder en un despiste, sino lo que tardan siempre en darse cuenta del olvido. En un caso similar que tuvimos, los padres de la criatura no se dieron cuenta de que faltaba hasta tropecientos kilómetros después, y porque dieron la noticia por la radio.
En el descuido de hoy, los padres, hermanos, tíos y primos (¿en qué coño viajaban?; ¿en un autobús londinense?) no se percataron de la ausencia de la niña hasta 50 kilómetros más allá del peaje y porque, en este caso, fue en su busca una patrulla de la policía. Es decir, en ambos casos quizá hoy aún no se habrían dado cuenta de que faltaba alguien si no llegan a hacérselo notar desde fuera del núcleo familiar.
Y eso... Que Tonto’lculo colectivo para la familia Trapisonda. La niña está sana y salva y todo ha acabado bien, así que no creemos que se molesten por ello. Y, bueno, si se molestan, que otro día estén por lo que tienen que estar y así nadie les podrá decir nada.