Pongámonos en situación: profesor británico explica cuatro cosas a su clase con un proyector desde su ordenador, profesor acaba la lección, profesor pone examen a sus alumnos y profesor se dedica a ver sus cosillas por internet mientras la muchachada realiza la prueba. Hasta ahí todo correcto.
El problema está en que al hombre se le olvidó desconectar el proyector y por este se iba viendo lo que el tipo miraba por internet. ¿Y qué miraba? Habemus vídeo:

 

Efectivamente: lencería femenina. Ignoramos si buscaba algo que regalarle a su pareja o algo que regalarse a sí mismo, o simplemente le gusta la lencería femenina, las modelos de lencería femenina o ambas cosas a la vez. Cierto es que más comprometedor hubiera sido que hubiese estado mirando porno duro, snuff movies, páginas yihadistas o, lo que sería infinitamente peor, la web de Donald Trump, pero lo de la lencería femenina ya da para unas risicas entre sus alumnos. Bueno, entre sus alumnos y entre el resto del universo, porque internet lo carga el diablo y lo que podría haber quedado entre los treinta chavales de la clase o entre los quinientos del colegio, se ha disparado a miles de visionados.
Que, por cierto, lo mismo que el autor del vídeo pudo grabar a su profesor disfrutando del arte de la lencería femenina en mitad de un examen, también podía haber estado mirando las respuestas del susodicho examen, así que podemos concluir que nuestro hombre, aparte de tonto’lculo, tampoco es la persona más meticulosa del mundo haciendo su trabajo. Pero de eso que se encarguen los del Currante Lamentable de la Semana, que nosotros bastante tenemos ya con los tonto'lculos, que parece que se reproducen por esporas o algo. Qué montón inhumano de trabajo tenemos cada semana, en serio.