NOMBRE COMÚN: Cuentachistes.
NOMBRE CIENTÍFICO: Le llamamos para preguntárselo pero al noveno o décimo chiste sin que nos lo dijera –y sin, digámoslo todo, que ninguno de ellos hiciera la más mínima gracia– tuvimos que colgarle. Eran sus chistes o nuestra salud mental y, nos parece entendible, optamos por lo último.
CARACTERÍSTICAS: Hay que ir con mucho ojo con el Cuentachistes. Así de entrada es un espécimen humano que cae bien porque es sociable y abierto, pero, ¡cuidado!: se conoce de gente que ha llegado a la locura tras una sola noche junto a un ejemplar de esta especie. Es comprensible: el esfuerzo que se ha de hacer para intentar reírte de algo que no te hace gracia, si se prolonga en demasía en el tiempo, es demasiado mentalmente para casi cualquier ser humano. En este sentido no hay estadística que valga: un humano de otra especie puede tolerar al Cuentachistes entre cinco segundos y el infinito según cada cual, pero la media dice que con más de una hora de exposición a esta especie ya empiezan a aparecer los instintos homicidas. Así que lo mejor es no arriesgarse y evitar en lo posible el contacto con los Cuentachistes, que tampoco es cuestión de arruinarse la vida por un personaje así.
Otra de las características de los Cuentachistes es que tiene una especie de don para explicar sus chistes en los lugares y momentos más inadecuados. Porque, claro, una cosa es contar un chiste en un bar a las dos de la madrugada y otra muy diferente contarlo durante un velatorio, y más si la gracia en cuestión va sobre cadáveres, zombis, espíritus o sobre la enfermedad que ha acabado con el difunto en cuestión. Muy inoportunos, verdaderamente.
TIPOS: Hay dos tipos claramente diferenciados de Cuentachistes: los Congracia, muy escasos por no decir un mito, y los Sinputagracia, que son la gran mayoría por no decir la totalidad. Curiosamente, estos últimos, que además de no tener gracia alguna tienen una maravillosa imagen de sí mismos y no tienen abuela, se consideran parte del primer grupo, lo que les hace aún más insoportables y temibles.
HÁBITAT: Especie altamente social y sociable que se suele encontrar en cualquier reunión de humanos. Especialmente de su agrado son los locales de ocio como bares y pubs, las celebraciones sociales como bodas o cumpleaños y, en general, cualquier lugar en el que haya gente, una barra y bebidas alcohólicas. Y aún gracias, porque es que sin bebidas alcohólicas de por medio son sencillamente inaguantables.
ALIMENTACIÓN: Hablando de alcohol, se puede afirmar que el Cuentachistes se alimenta básicamente de esa sustancia en sus más variados formatos y mezclas. Si un Cuentachistes no lleva una cerveza, un güiski o un cubata en la mano, no es un verdadero Cuentachistes: es un imitador de Cuentachistes, que ya es lo más bajo que se puede caer.
APAREAMIENTO: El Cuentachistes sólo puede aparearse con personas de perfil bajo intelectualmente hablando y con, indispensable, un nulo sentido del humor. De otra forma sería totalmente imposible. Pero imposible.
COMPATIBILIDADES: El Cuentachistes es altamente compatible con el Detodomerrío y el Aceptameporfavor, y bastante tolerado por los sordos, que no es una especie en sí sino especímenes de cualquier especie que no oyen.
INCOMPATIBILIDADES: Por resumir, el Cuentachistes es incompatible con cualquier especie humana que no esté en el grupo anterior. Podríamos extendernos más, pero para qué.
CONCLUSIÓN: ¡Huye!!!
