NOMBRE COMÚN: Falso.
NOMBRE CIENTÍFICO: Que claro, que por supuesto que nos lo daba, que no había ningún problema, que cuando quisiéramos. Y todo ello dicho con, claro, la mejor de sus sonrisas. Efectivamente: al final no nos dio una mierda. Qué asco, de verdad.
CARACTERÍSTICAS: En fin, qué decir del Falso, una de las especies humanas más conocidas y abundantes. El Falso, como cualquier lector conoce en su condición de habitante del planeta, es un ser humano que en su afán por quedar bien con todo el mundo conseguirá no caerle bien a nadie. El Falso es ese tipo que se ríe de todos los chistes horrorosos que cuenta el Cuentachistes cuando no le hacen puta gracia, el que le dice al Lameculos que le cae bien a todo el mundo sabiendo que es exactamente lo contrario, el que pone cara de asombro e interés ante las increíbles –en todas las acepciones del término– historias que explica el Yomás, el que escucha con una sonrisa al Pesao cuando tiene ganas de salir corriendo, y el que le da unas palmaditas en la espalda al Topamí cuando se come la última aceituna a pesar de las ganas que tiene de asesinarlo. El Falso puede estar en un momento diciéndole a Cenicienta que está maravillosa con ese vestido con el que va a ir al baile, y al siguiente estar dándole la razón a su madrastra en que la niña va hecha unos zorros. Un verdadero sinvivir de persona, tanto para él mismo como para los demás. Sobre todo para él mismo, porque nadie sabe qué coño gana el Falso actuando como actúa: ni le cae bien a nadie, ni saca un rendimiento económico, ni le beneficia en nada a su dignidad y orgullo, ni escala socialmente, ni nada. Se especula sobre todo con el masoquismo o con un grave trastorno que le obliga a ser como es, pero, repetimos, todo sin confirmar.
TIPOS: Los Falsos, en una excepción única, se dividen en dos: el Falso Hostiable y el Falso Asesinable. ¿Diferencias? Pocas. Se considera a un Falso como Hostiable cuando es de la familia y Asesinable cuando no. Por lo demás, un Falso es un Falso en cualquier lugar, a cualquier hora y en cualquier circunstancia, y su hipocresía es igualmente repulsiva en cualquier lugar, a cualquier hora y en cualquier circunstancia. ¡Ojo! Mucha gente confunde al Falso con el Lameculos, pero no tienen nada que ver, pues este último sólo actúa en centros laborales y el ser falso solamente es uno de los matices de su comportamiento lameculil. Dicho queda.
HÁBITAT: El Falso habita, desafortunadamente, en cualquier tipo de hábitat y ambiente. Aunque sí es cierto que, según estudios realizados recientemente por la Universidad de Despeñaperros, se ve que hay una estrecha relación entre el nivel social y el número de Falsos por metro cuadrado. Es decir: cuanto más dinero tienes, más Falsos tienes alrededor. En principio no tiene sentido porque, por ejemplo, los Mesalelapastaporlasorejas odian a los Falsos como cualquier otra especie humana, por lo que el Falso no saca ningún partido, pero parece que es así. Es, además, una cosa exponencial, y se empieza a creer que también una ley inmutable del Cosmos, aunque esto último está por confirmar.
ALIMENTACIÓN: No se le conoce al falso una dieta especial ni manías concretas nutricionalmente hablando. Eso sí, pueden ser los invitados ideales para una comida o cena porque, les prepares la mierda que les prepares, te van a decir que está estupendo y que en su vida habían probado nada más rico. Te tiene que gustar, está claro, que te mientan en la cara y mentirte a ti mismo, porque sino la cosa pierde su gracia y dejan de ser tan ideales como invitados.
APAREAMIENTO: Lo que sí se sabe seguro es que lo del Falso no es genético: generación de Falsos tras generación de Falsos, todas nacen de forma espontánea. Y no podría ser de otra forma, porque un Falso es de lo más repudiado por otras especies humanas y, obviamente, su reproducción es complicada. No imposible, pero sí muy difícil. Pero aún así siguen saliendo Falsos y más Falsos. En este caso se sospecha de la reproducción por esporas, pero insistimos: conjeturas.
COMPATIBILIDADES: En todo caso algún Cuentachistes con pocos escrúpulos con tal de que le escuchen o algún Necesitocontactohumano despistado, pero no más. El Falso es difícilmente compatible con otros especímenes de la fauna humana. Normal, si se nos permite decirlo.
INCOMPATIBILIDADES: Como hemos visto, el Falso es incompatible con casi todo el mundo, pero especial atención merece la aversión que le tienen los Lascosasalacara, los Muertealahipocresía y los Nomegustas. Es la guerra, en serio. De hecho, aunque nadie lo cuente, así nació la II Guerra Mundial: del enfrentamiento de un Nomegustas de manual, Hitler, con el que mandaba en Polonia, que se ve que era más falso que un billete de 3,1416€.
CONCLUSIÓN: Igual que no se puede hacer nada con las cucarachas, con los Falsos tampoco hay nada que hacer. La diferencia es que sabemos perfectamente qué función tienen las cucarachas en la naturaleza pero se ignora qué utilidad tiene un Falso, así que sólo queda dejar las cosas en manos de la ciencia, es decir en nuestras manos, y esperar que algún día se resuelva el misterio. Que lo resolvamos, queríamos decir.
