PULGARCITO
08/2011

Érase que se era un niño pequeñito pequeñito, del tamaño de un pulgar. Por tal motivo, sus padres, unos cachondos mentales con mucha mala leche, le llamaron Pulgarcito. Se cuentan multitud de historias y leyendas acerca de Pulgarcito, pero quizá la menos conocida sea la que dice que, ya mayorcito –es un decir, porque en su edad adulta Pulgarcito medía, como mucho, pulgar y medio–, encontró a una mujer de más o menos su misma medida con la que se casó y –después de intoxicarse con anticongelante y volverse azul– con la que tuvo multitud de hijos azules clónicos y una hija azul también con los que se fue a vivir a un poblado hecho de setas venenosas.

Porque, sí, ése es el secreto mejor guardado de la historia y no las chorradas que desvela Wikileaks: Papá Pitufo era Pulgarcito de anciano. No hace falta que me déis las gracias por abriros los ojos, lo hago encantado. Colorín colorado... (qué expresión tan absurda, joder).

LeandroAguirre©2011

 

 

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